FAMILIA MARRÓN FERNÁNDEZ

Ana Fernández Chía - 73 x 92 cms.
Ana Fernández Chía - 73 x 92 cms.

La familia Marrón Fernández, vecinos de la localidad de Estepa, sufrió una desafortunada desgracia durante la matanza anual del cerdo, debido a la ingesta de carne contaminada por triquinosis. Está enfermedad que se transmite a través de los alimentos crudos o mal cocinados, es provocada por un parásito microscópico. Dependiendo de la ingesta de carne y de un tratamiento terapéutico rápido y efectivo, sus consecuencias pueden ser fatales. Como fue el caso de la familia Marrón Fernández, corría el año 1951, ya que por aquellos tiempos no se aplicaban los estrictos controles sanitarios, ni el correspondiente analisis de la carne por parte del veterinario.  Murieron: Doña Ana Fernández Chía, Don manuel Marrón Ríos y su hija Carmen Marrón Fernández. Quedaron huerfanos y enfermaron de diversa gravedad: Remedios Marrón Fernández, Manuel Marrón Fernández, Miguel Marrón Fernández y Francisco Marrón Fernández. 

Se produjo también el fallecimiento de doña María Díaz González, que se encontraba en dicha matanza  en calidad de matancera, dedicada a la elaboración de los distintos embutidos y preparación de carnes.  

 

 

Roberto - 51 x 60 cm.
Roberto Marrón - 51 x 60 cm.
Remedios Marrón Fernández - 50 x 61 cms.
Remedios Marrón Fernández - 50 x 61 cms.

Desde la otra orilla

 

Siguen pasando los años

siguen habiendo rencores,

nadie pronuncia mi nombre

sea Remedios, o Dolores.

 

Dolores que convirtieron

en locura y enfermadad;

mi paso por este mundo

que tanto me hizo llorar.

 

Llorar por los que se fueron

llorar por los que quedaron,

que existencia tan amarga

cuando todos me acusaron.

 

Acusaron a mi persona

pero bien lo sabe Dios,

que nunca a nadie hice daño

y aun así, pedí perdón.

 

Perdón que me fue otorgado

por el Padre Celestial,

regalandome tres hijos

a quienes poder amar.

 

Amar hasta la locura

hasta que la muerte vino,

a ofrecerme su descanso

a mostrarme otro camino.

 

Siguen pasando los años

siguen habiendo rencores,

nadie pronuncia mi nombre

sea Remedios, o Dolores.

María Díaz González  'matancera' - 60 x 73 cms.
María Díaz González 'matancera' - 60 x 73 cms.